Leer es una de mis aficiones, me encanta sentarme un rato tranquila y perderme en las páginas de un libro. Así que cuando estoy aprendiendo otro idioma los libros forman sin duda parte de mi aprendizaje.
Incluso me gusta hacer experimentos, por ejemplo el otro día una amiga me dejó un catálogo de decoración que había traído de Noruega y yo ni corta ni perezosa me puse a leerlo (aunque no tengo ni idea de Noruego), intentando adivinar cuales eran los artículos y lo que podían significar las palabras que se repetían constantemente.
Aunque no os lo creáis conseguí adivinar algunas palabras, que luego comprobé en el diccionario por supuesto.
Lo que quiero deciros es que aunque no podamos entender todo lo que estamos leyendo, por el contexto seremos capaces de seguir la trama del libro.¡Eso sí, no se os ocurra empezar con Shakespeare!, siempre hay libros con un lenguaje sencillo y fresco que nos van a animar a seguir leyendo.